Capítulo 3.
El día de mi cumpleaños no
fue lo que esperaba, de hecho fue incómodo, más de lo que pensaba que sería, me
hicieron una cena, pero antes de llegar a ella, todos en casa estaban
discutiendo, la noche anterior mi hermana se había ido de la casa, este
ambiente me estaba afectando, ya que yo sabía que todo era solo parte de un acto
teatral barato, y que ninguno de ellos querían estar ahí, solo lo estaban por
obligación, talvez por lástima?
Los días pasaban, y luego de
un tiempo, decidí que ya no necesitaría más auto lesionarme, aunque los
problemas continuaban, ahora algo había cambiado, tenía a alguien conmigo,
apoyándome...que aunque no estaba a mi lado, y no tenía ni idea del impacto que
ocasionaba en mí, me hacía desear querer cambiar, no me obligaba, en realidad
era algo que decidía porque sabía, que Vctor no merecía, experimentar lo que es
estar con una persona a la que la vida, ya no le importa.
Pero, mi intento de cambiar
por él, no funcionó, ya sabía que era cambiar por alguien y me daba bastante
miedo el hecho de que está persona, se alejara igual que Felipe.
Una noche decidí escribirle,
expresarle lo que sentía, le dije toda mi historia, sin ocultarle nada. El me
aceptó, y se enamoró de mis cicatrices.
22 de noviembre, faltaban
pocas horas para el cumpleaños de Vctor, estaba ansiosa, decidí que a las 12 PM
lo llamaría, quería ser la primera en decirle feliz cumpleaños, también había
escrito una carta para él, intenté el tema de los poemas, pero como lo dije
antes, no es lo mío.
Faltaban 3 minutos, me fui a
la habitación de mi madre y sin que ella se diera cuenta saque su teléfono,
marque su número, mis manos temblaban... Faltaba un minuto...
- ¿Hola? - El chico al otro
lado del teléfono sonaba confundido. ¿Talvez por la hora?, Por el número
desconocido... Seguramente por ambas razones.
- ¡¡feliz cumpleaños!!
Hablamos durante 20 minutos,
estaba tan feliz por mí llamada, recuerdo que al siguiente día, publique en su
perfil... Recibí me encantas, y me asombra... Fue fascinante esa sensación.
Nunca había hecho esto por
alguien. Y eso me hacía quererlo aún más. Paso el tiempo, aún recuerdo una
publicación que hice, sé que leerás esto... No sé si lo recuerdas.
“Usted me tiene mordiéndome
los labios como si mi boca fuera la suya, como si mis dientes fueran los suyos
encarnándose en mis labios"
Recuerdo que tuve esa imagen
y frase, por todos lados durante bastante tiempo, ¿recuerdas? El país de los
vomitadores de arcoíris compulsivos.
Aún recuerdo y centraré otra
vez la historia, en los lectores. 23 de diciembre, habíamos durado todas las
vacaciones ahorrando para que viniera a mi ciudad, pero su familia, como es
natural, se preocuparon y no dejaron que nuestro encuentro fuera posible, la
frustración me atormentaba, y al mismo tiempo me entristecía, quería estar a su
lado, algo imposible tras las circunstancias.
Eran la 1:00 am 24 de diciembre,
recibo su mensaje de Navidad. Hablamos hasta las 3:30 am. // No se si lo
recuerdas, pero te envié foto de cada regalo que había recibido//
Días después, eran las 9:30 o
talvez más, quería hablar con el, lo llame, hablamos durante 40 minutos, la
ubicación de mi casa no ayudaba a la señal, y por lo mismo tuve que salir de
casa y sentarme o bueno recostarme en el andén, observaba las estrellas
mientras imaginaba que a lo lejos estaba el, observando el mismo cielo.
Esto se convirtió en una
costumbre, cada día encontrábamos la manera de llamarnos, recuerdo una noche en
especial, la noche en la que los 40 minutos, se convirtieron en 80, me acuerdo
bastante que el me decía que estaba en el patio trasero de su casa, recostado
en el lavadero, por un momento casi se cae, y esto me ocasionó bastante gracia.
Me acompañó en el teléfono hasta que me quede dormida, y luego colgó; esto fue
así luego de varias noches.
31 de diciembre, faltaban 5
minutos para año nuevo, estaba en casa de una tía, con toda mi familia. Fueron
las 12, ya estaba preparada y tenía para mis 40 minutos de felicidad... //
¿Recuerdas? Así solíamos llamarlo//
Lo llame, al otro lado había
una fiesta completa, yo me encontraba en la calle observando el cielo
despejado, y la hermosa luna que nos acompañaba.
- vamos a comenzar nuestro
año juntos...
Al mismo tiempo, y como si
fuéramos una sola persona.
- 5... 4... 3... 2... 1...
¡¡¡Feliz año!!!
Ya sé, ya habían pasado las
doce, pero para nosotros, nuestro año comenzaba cuando nosotros lo
decidiéramos, y juntos.
Los días seguían, y
hablábamos más seguido de lo habitual, las video llamadas eran todos los días,
a la hora que se pudiera, no importaba el lugar ni cómo.
// Creo que luego del 31 de
diciembre, fue cuando me enamoré de ti//
- Kylie Ferraro Libro ESTO NO ES UN POEMA (Capitulo 3)
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